lunes, 30 de abril de 2012

TRIANGULO DE DESEOS


Su sonrisa pícara me advirtió de lo que iba a ocurrir, eso y el antifaz en sus manos.

No fueron necesarias las palabras, la devolví la sonrisa y me encaminé hacia ella.
Tapó mis ojos y, despacio, me guió hacia el baño.
Al entrar noté el calor del vaho producido por el agua cayendo, me arrimó a la ducha y me dejó quieto.
Comencé a percibir que se estaba desnudando, no se como, pero fui consciente de ello, es curioso como se agudizan el resto de los sentidos teniendo los ojos tapados, o igual solo lo imaginaba.
No sabía por que, pero estaba especialmente excitado; que mi pareja me condujera hasta la ducha tampoco era algo tan inusual, pero la complicidad que hay entre nosotros me decía que no iba a ser una ducha como todas.
Rozo mi cuerpo y se metió bajo el agua, comencé a alargar las manos, intentando tocarla, quería saber que pasaba, pero no quería romper su juego destapando mis ojos.
Sentí su cuerpo, ya mojado y comencé a recorrerlo, entonces me percaté que solo una de mis manos rozaba a mi pareja, la otra acariciaba un cuerpo desconocido, pero intuido. Al sentirlo supe que era Ella, ¿quién mas podía ser?, con quien mas podía darme mi chica tan maravillosa sorpresa. El tacto me decía que vuestros cuerpos estaban unidos y la imaginación que vuestras bocas se buscaban.Mi chica me pidió que me desnudara, nada fácil estando privado de la vista, a si que, fue ella misma la que me ayudó ha hacerlo, consiguiendo empapar mi ropa.
Desnudo espere al borde de la ducha una nueva instrucción, escuchaba como os besabais, vuestros sonidos de placer os delataban, quizás estaba ocurriendo algo mas, volví a alargar mis manos buscándoos, entonces, por primera vez, sentí las de Ella sobre mi piel. Me guiasteis al interior de la ducha, volviéndome hacia mi chica, a la que besé de forma apasionada. Siempre la deseaba, siempre conseguía elevar mi excitación hasta límites insospechados, pero, en ese momento, los tres bajo la ducha, mi deseo era casi desesperado.
Ella acariciaba ambos cuerpos, una de mis manos la buscó, arrimándola a mi, la suavidad de aquellos pechos sobre mi espalda, tantas veces deseados e intuidos me llevo a buscar el sexo de mi chica; Ella comenzó a recorrer mi cuello regalándome mil besos, sus manos recorrían nuestros cuerpos, mi chica me volteó poniéndome cara a cara con Ella, nuestras bocas se encontraron, y, en ese momento, ambas manos fueron a recorrer su cuerpo, mi chica destapó mis ojos y vi su cara de deseo, picara y juguetona, nos fundimos en un apasionado beso que mi chica premió recorriendo nuestras espaldas en suaves caricias.
Besé a mi chica, y la di las gracias, me calló con su boca, deseosa de mi calor mientras Ella nos observaba. Sin despegarnos, arrimamos también su boca fundiéndonos en ese beso que tantas veces había soñado, el beso de los tres, ese triángulo de energías y deseos.

POR UTOPICA

LA TENTACION VIVE.... EN EL CUARTO OSCURO


Como tantos otros sábados quedamos antes de ir al local para cenar; la noche prometía, el grupo que nos habíamos juntado garantizaba las risas y la diversión y mi acompañante de esa noche, bufffff, ¡¡¡como estaba mi acompañante de esa noche!!!
Nos conocíamos desde hace tiempo y habíamos coincidido en varias ocasiones, pero nunca habíamos ido de “pareja”. Aquel día, el le había propuesto a un amigo común que hiciera de celestino y nos emparejara.
Yo estaba un poco expectante. Físicamente me atraía, pero no tenía claro si me daría el juego que esperaba.
Llegamos al local muy animados, y no me refiero solo en cuanto a diversión, durante toda la cena mi acompañante y nuestro amigo común habían estado jugando bajo la mesa con el liguero de mis medias, llegando en ocasiones a subir un tanto mas arriba, y eso había provocado en mi una excitación que a esas alturas no me molestaba en controlar.
Pedimos unas copas en la barra mientras continuaban los juegos, la acompañante del amigo común decidió meterse en medio, aumentando el interés de la noche que nos esperaba.
Tardamos poco en ir a una de las camas, y poco mas tardo el resto del grupo en unirse a nosotros.
Diez personas retozando, jugando, follando, lamiendo… después de que mi acompañante se corriera, tanta multitud empezó a agobiarme, y con la excusa de ir a fumar, salí de allí.
Mientras me fumaba el cigarro, pensé lo que tantas otras veces: “Bien, muy bien, buen polvo, ¿y?”
Aquello, al final me parecía aburrido, sexo por sexo, y eso nunca había sido lo que buscaba dentro de este mundo.
No es que reniegue de esos momentos, pero me dejan vacía y no son capaces de captar mi interés más que un rato.
De repente, un mensaje en mi teléfono:
Te he visto. Estas fumando, se que tu no puedes reconocerme, pero ve al cuarto oscuro, yo te encontraré.
La excitación recorrió todo mi cuerpo. Era un conocido del Messenger de hace mucho tiempo, un jugador nato, aunque a veces le gustaba jugar demasiado cerca del precipicio, pero, sin duda, aquello me animó la noche.
¿Y como sabré que eres tu?
Susurraré en tu oído ”soy tu tentación”

Termine mi cigarro todo lo despacio que pude, baje a las taquillas, me pegue una ducha rápida. Sabía que me estabas observando, sentía como me seguías con la mirada, pero no te iba a buscar, tu me encontrarías, ese era el juego.
Camine despacio hacia el cuarto oscuro, mi indumentaria…. Solo mis medias y mis zapatos.
Permanecí unos segundos en la puerta, para que mis ojos se acostumbraran a la oscuridad.
Había ocho personas, desistí de intentar averiguar quien eras, tenía pocos datos, a si que, me adentré en la penumbra del cuarto.
Comencé a sentir manos que me acariciaban. Normalmente aquello no era algo que me excitara, pero, pensar que una de esas manos podría ser la tuya, hizo que mi sexo se humedeciera de manera instantánea.
Inmediatamente intenté meterme en tu pensamiento de jugador, no sabía si estarías en ese cuarto y, si estabas, me estarías observando. Querrías tenerme casi desesperada por sentir tus manos, muerta de deseo por que me tocaras, y seguro que ya estabas dentro disfrutando de tu juego.
En ese momento me sentías como tu victima, victima del deseo, y querrías observar mi sufrimiento.
Una mujer sola, entre tantas parejas, pronto mi cuerpo estuvo rodeado de manos acariciándome, tocándome, una de ellas fue directa a mi coño, empapado esperándote, y se acerco a mi oído, mi cuerpo se estremeció, debías ser tú.
Mmmm, que coño más mojado.
No, era una voz de mujer que empezaba a follarme con sus dedos mientras le decía a su pareja
Tócala, mira que coño más rico tiene.
Pronto sentí otras manos y me preguntaba si les habrías escuchado y habrías sentido el deseo de comprobar por ti mismo si, efectivamente, mi coñito estaba preparado para tu juego, pero no dabas señales de vida, y aquello me estaba cansando.
Estaba de espaldas a la puerta y me moví con la intención de ver si alguien entraba, pero una cara se arrimo a la mía, inmovilizando mi cuello, respirando mi aroma y susurrando en mi oído “soy tu tentación, no te muevas, no intentes verme, solo siénteme”
Una mujer se coloca frente a mí, acariciando mi pecho, tus manos agarran mi teta
y se la ofrecen en un sutil gesto, veo que te mira, y hace un gesto de aprobación, ya te dije que te encantaría.
Casi sin darme cuenta, entre los dos me dirigís a un rincón, tu boca no se aparta de mi cuello mientras guías mis pasos agarrado a mi cintura, dejas caer tu aliento sobre mi, me llega levemente tu respiración, que se va acelerando por momentos.
Que ganas tenia de tenerte así, entregada a tu tentación.
Tu amiga se coloca contra una de las esquinas del cuarto, me pone frente a ella, y te dice
Voy a comprobar si la tentación está tan excitada como parece.
Baja hasta mi sexo y comienza a jugar con el y a lamerlo, tu agarras mis manos y con una cierta brusquedad, las pones abiertas contra la pared, dirigiendo también mis piernas a que se abran.
Ábrete para ella, quiero que disfrute de tu coño y que lo prepare para que yo te folle luego.
Pellizcas suavemente mis pezones, echas mi cabeza para atrás mordiendo mi oreja, siento tu polla erecta junto a mi pierna.
Dime ahora que no me deseas, dime ahora que no te pone que sea tan primitivo, dime que no estas deseando sentir mi polla y mis embestidas.
Cuelas tus manos entre mis piernas, encontrándote con la boca de tu amiga.
Niégamelo ahora que estoy oyendo tus gemidos y que puedo tocar tu coño y huelo a sexo
No, no te lo niego,
 balbuceo.
Pues no te follare hasta que no puedas mas, quiero tenerte loca de deseo.
Si ya me tienes así
Para mi aun no es suficiente.

Cuelas tu polla entre mis nalgas, ofreciéndosela como juguete a tu amiga, siento como roza mi coño, echo mi culo hacia atrás, buscando más tu contacto.
Esta zorra esta deseando que la folles, ¿hasta cuando la vas ha hacer esperar?
Hasta que la vea chorreando.

Lame mi coño de arriba abajo.
Pues yo diría que ya está. Dice mirándote con cara pícara. Ese gesto te excita y hace que se te escape una sonrisa.
Agarras a tu amiga y la haces subir metiéndola uno de mis pechos en la boca.
Muevo una de las manos, buscando acariciarte, pero de nuevo con brusquedad, la agarras y la pones contra la pared.
Nada de tocar, hoy no tocarás, hoy solo la sentirás.
Mis jadeos han elevado considerablemente su volumen, me desespera tanto como me excita esa inmovilidad, mientras tu amiga sigue follándome con los dedos cada vez mas rápido, mi culo va hacia atrás buscando tu contacto, tu cabeza sigue junto a mi oído, dejándome escuchar tus susurros y tu respiración, un jadeo mayor te pone bajo la sospecha de que pueda estar próxima al orgasmo.Tu amiga me besa.
Recuerda que tienes que pedírmelo tú.
Fóllame.
Eso no ha sonado convincente.
Fóllameeee.
Aun no se si me deseas como quiero.
Fóllame joder¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Te grito.
Retiras a tu amiga y me pones contra la pared, inmovilizas mi cara contra ella, metes poco a poco tu polla.
Sabes que así he deseado verte siempre, sometida a mis caprichos, a tu deseo, y sabes que disfrutaremos este polvo como pocos.
¿Sientes ya mi polla?

Suspiro con tu pequeña embestida
Si
Apenas puedo hablar, solo quiero sentirte, sentirte y escucharte, tu voz en mi oído me resulta muy excitante.
¿Y crees que esto es todo lo que tengo que ofrecerte?
No
Pues pídeme más, quiero sentir tu deseo a través de tus palabras.

Una de tus manos va hacia mi pecho, siento las manos de tu amiga acariciando sutilmente de tu cuerpo a mi cuerpo. Pellizcas mi pezón.
Me moría por sentir esos pezones tan duros.
Lo se, tu te morías por este momento tanto como yo, a si que, fóllame como tu sabes de una puta vez.
Que bien me conoces zorra.

Empiezas a embestirme con fuerza, te escucho jadear a través de mis propios jadeos, gritamos, mi culo te busca haciendo que se clave mas tu polla, me muevo ligeramente para apoyarme y ponerme casi a cuatro patas, agarras mi cintura y me embistes con fuerza, azotas mi culo, te acercas de nuevo a mi oído, quiero oír como te corres para mi.
Sabes que ya esta cerca, continúan tus embestidas, escuchas mis jadeos, me corro, sientes como mis músculos aprisionan tu polla, como convulsionan de placer, aguantas a duras penas hacer lo mismo, cambias tu polla por una mano que aprieta mi sexo, deseabas sentir su humedad. Retiras el preservativo; alguna vez te he dicho que odio que Control se quede con un premio que es mío, a si que dejas caer tu semen sobre mis nalgas, mientras de mi boca sale un Siiii, de triunfo. Vuelvo ligeramente mi cara, tus manos me lo impiden, me levantas ladeas mi cara hacia ti, acaricias mi cuerpo y lo abrazas, tu mano baja de mi cuello a mi ombligo juntando ambas manos.
No te vuelvas, no me mires, solo así seguirá nuestro juego de deseo.
Permanezco quieta el tiempo prudencial de dejaros salir del cuarto y me encamino al baño a darme una nueva ducha, subo a buscar a mis amigos, que siguen donde les había dejado, deciden encaminarse a por otra copa, la verdad es que, entre las emociones y el calor, yo también la necesito.
Pedimos las correspondientes copas, entre bromas y risas, y vamos de nuevo al rincón que hemos escogido ese día, de camino, un segundo, un solo segundo cruza mi mirada con un hombre, pero ese solo instante me sirve como certeza, y al pasar junto a el susurro en su oído.
Nuestro juego seguirá conozca o no tu rostro, bien sabes que ya no hay retorno.


POR UTOPICA

AJENA AL PUBLICO...




Aun hoy recuerdo aquellos labios carnosos, empeñados en darme mucho placer ...
Fue en un viaje con unas amigas dispuestas a comernos el mundo... llegamos a aquella ciudad con gran ilusión,
volveríamos verlos, ellos, dos grandes amigos que habían compartido risas complicidades y muchas juergas en nuestro lugar de residencia y allí estábamos dispuestas a pasarlo lo mejor posible....
El momento de abrazos , besos y presentaciones llegó y nada hacia presagiar que aquel melenitas con perilla que iba con ellos , me iba a proporcionar uno de los momentos mas morbosos de mi vida.... (creo que desde entonces ….ese look de chico me vuelve loca).... y entre risas,maletas y miradas... salimos 12 personas del aeropuerto pitando para darnos una ducha y salir a divertirnos.....
Todo marchaba como cabía esperar... lo que mas queríamos era divertirnos... pasar de todo y ser feliz..
A las tres de la mañana JJ dijo que se iba al parque de enfrente a fumarse un pitillo... nadie se entero con la música y pasaron, en eso que por casualidad sus ojos me miraron y yo le dije si podía acompañarle... por supuesto me dijo que si... un poco raro iba pensando yo mientas caminábamos... que poco hablador .. uffffff con lo que me gusta a mi conversar... pero bueno me apetecía unas caladas de aquel pitillo … así que lo seguí en silencio a su paso.
Y allí estaba con ese chico que apenas unas horas conocía, pero que hacía que mi mente y mi cuerpo deseasen un acercamiento mas intimo... y la verdad que  no lo buscamos, la noche y la lluvia fue la aliada. Porque de repente empezó a llover con mucha fuerza... no sabíamos donde meternos y lo mas cerca fue esa cabina de teléfono y bendito metro cuadrado, allí se desato esa pasión, fue empezar a reír mirarnos y todo sucedió... de los besos pasamos a las caricias ya mas intimas, hasta que desapareció toda la ropa de cintura para abajo, ajena a todo , disfrutando el momento, poco espacio y pocas posturas pero aun así dio para muchas... mis manos apoyada contra las paredes de cristal mientras el comía y lamia mi sexo empapado de placer, no paro hasta que me hizo llegar al orgasmo, y después fui yo la que se arrodillo para lamerlo, comerlo, succionarlo chuparlo … me gustaba ver sus ojos sin apartarlos de los míos... y fue cuando me dijo.... _Quiero follarte_ … lentamente subí hasta esa boca y susurrandole en ella le dije …
_FOLLAME_ …. me dio la vuelta y me penetro lentamente, notando como mis carnes se abrían paso a aquella polla dura y caliente, sabía como utilizarla y dar el movimiento justo … hasta hacerme llegar al orgasmo y hacerme perder el sentido de la realidad, sin parar casi dos horas allí metidos, reducidas posturas todas de pie, mas la metazos, mas chupadas y vuelta a empezar y sin  darnos cuenta que se hacía de día... ajenos al mundo solo el uno y el otro.. hasta que escuchamos un ruido... y fue cundo la cordura llego a nuestras mentes...
Si!! las paredes de cristal de esa cabina tenían carteles, pero los carteles solo cubrían hasta la cintura eramos un escaparate sin saberlo … cuando mire... puffffffffff una cola de gente para llamar a los taxis que ya se iban a casa...
No sabia donde meterme, pero el me miro y dijo.. te follaba otra vez …. jajajjaja, mmm, le dije, pues vayámonos... me subió de nuevo esa adrenalina ,,,
Nos vestimos y salimos de allí riendo ante las risas de todos y algunos aplausos y fuimos hacia el taxi ....
Recordarlo fue muy morboso....

No hace mucho logré localizarlo por esa plataforma tan grande como es el Facebook y le pedí permiso para poder escribir esta experiencia …. me dijo que si pero con una condición... volver a encontrarnos … pero esa es otra historia...

Besos y gracias JJ...


POR AL-ANDALUS

BAJO TU MESA



Puedo ser la gatita mas mimosa o la leona mas voraz, todo depende a quien tenga enfrente.
Contigo tengo a alguien empeñado en doblegar mi mente a sus deseos, a sus juegos, y por mas que te repito que podrás someter mi cuerpo, no te negaré ese capricho, pero no te empeñes en someter mi mente, tu continuas insistiendo en ello y sacas a la leona con la que te gusta “pelear”
Creo que te excita la lucha de saber que no puedes conmigo, y a mi, de alguna manera, el saber que no dejas de intentarlo.
Pero eso poco importa ahora, cuando me he colado bajo la mesa de tu despacho…

Apenas puedes verme, la mesa te lo impide, pero intuyes mi pecho fuera de la ropa mientras lo acaricio con una mano y, de cuando en cuando lo ves rozando tu polla tarea que intercambio con la lengua.
Solo ves mi pelo, colocado aposta sobre mi rostro. Se que te gusta la carita de zorra que pongo cuando tengo tu polla a mi merced. Por eso no te la enseño.
La humedad que sientes hace que desees aún mas ver mi boca, casi babeando sobre ella, agarras mi pelo con fuerza, en forma de coleta, pero bajo aún mas la cabeza para impedir que me veas.
Aprietas mi cabeza, llenando mi boca y provocándome una arcada, cabreado por mi insistencia en que no me veas, pero al tiempo excitado por mi rebeldía,
Mamo, acaricio tus huevos, intento llegar a tu culo pero la postura me lo impide, bajas mas los pantalones y te dejas caer hasta el borde de la silla para que acaricie tu ano.
Jadeas excitado, intentas levantar de nuevo mi cara pensando que he bajado la guardia, pero de nuevo te lo impido.
- Mala puta.
Me dices con voz entrecortada por tus jadeos…
Mi boca vuelve a tu polla, mis manos a tus huevos, tus jadeos son mas sonoros, intuyo que estas apunto de correrte.
Elevo mi rostro.
Te miro a los ojos.
- Cabrona
Susurras, medio sonriendo, mientras tu lefa comienza a caer de mis labios a mi pecho, libre del escote.
- Si, pero te encanta.
Contesto mientras acaricio mi pecho con un gesto de triunfo por mi premio.

POR UTOPICA

MIRADAS DESDE LAS SOMBRAS ...




¡¡Que calor!!... era insoportable...

Aquella noche apetecía salir... tomar unas cañas en cualquier terraza y dejar que la noche embriagase. llamé a mis amigas y quedamos como siempre a las 11, pero como de costumbre ninguna apareció a su hora, cosa que me mata, pero bueno como ya las conocía fui tranquila.....

Así que aun temprano llegué a aquel bar tan conocido por mi, todo estaba tranquilo, como siempre a esas horas,  mire por encima y busque un rincón en el cual pudiese ver todo pero pasando desapercibida....

De momento me trajeron mi copa,  Bombay Sapphire con mucho hielo y un chorrito de limón recién exprimido, que delicia para mi paladar sediento, mmmm estuve un largo rato deleitándome con su sabor.No se que cara pondría a cada sorbo,  lo que me distraía sin pensar en nada, ni darme cuenta de lo que pasaba a mi alrededor, hasta que me percate de unos ojos fijos en mi....... . Salte asombrada de verlo allí, un lugar donde no podía ser visto por nadie, detrás de aquella columna,  pero sí, si que lo vi. Allí como escondiéndose de algo o alguien estaba aquel moreno, alto, barba de tres días y ojos miel, unos ojos que me miraban con interés, viendo como mi cara iba cambiando de expresión a cada sorbo de mi gin tonic....

Al principio me cortó,pero viendo que él no se cortaba un pelo hice lo mismo, lo mire descarada, es mas cambié de postura para verlo mejor, no se el tiempo que pasamos así pero a medida que pasaban los minutos mas interés en mi provocaba aquel desconocido.  Él no perdía detalle sin inmutarse, solo hacia un solo movimiento a cada calada de su cigarro... ya me picaba la curiosidad y el morbo de saber quien coño era aquel descarado que ponía alerta todos mis sentidos.... JODER... por mas fijamente que lo miraba él nada, quieto, impasible, estatua.... así que opte por sacar algunas de mis armas de mujer,comencé a ponerme bien la ropa, subir y bajar el tirante del top rojo que llevaba, mi falda que caía por mis piernas cruzadas, subía y bajaba con el movimiento de mi mano y bingoooo, ahí si que di en el clavo.... Sus ojos se apartaron de los míos y ahora miraba fijamente ese subir y bajar de falda, eso a mi en vez de ponerme nerviosa lo que fue es aumentando mi morbo, ya no quería que dejase de mirarme, por mi mente pasaron miles de imágenes, miles de sensaciones, me movía en mi silla sin saber ya que hacer … ese hombre de mirada miel, me tenia cautiva en mis sensaciones,  mis manos fueron subiendo mas y mas por mis muslos,  hasta quedar en medio de ellos... allí.... en aquel bar de amigos ….. me estaba tocando mi sexo, mientras un desconocido no perdía detalles de todo lo que pasaba.… mis piernas ya no pudieron estar cruzadas,  las separe y la falda cayó cubriéndolas,  pero mi mano seguía adentrándose hasta lo mas caliente de mi ser..... nadie veía.. nadie notaba... solo él y yo sabia lo que debajo de aquel pedazo de tela estaba ocurriendo..... Aquel hombre me estaba mirando sin ningún pudor... con un descaro nada común, pero no me importaba, todo lo contrarario,  mas y mas aumentaba mi deseo... él sabia lo que yo sentía, sabía que lo que quería en ese momento era ser penetrada,  pero de repente.............. toda la magia del momento, se vio truncada por la inesperada aparición de mis grandes amigas. Vaya gracia.... se me vino todo encima, el respingo en la silla, el hola, la cara desencajada de la impresión... YA NO QUERIA ESTAR AHÍ...... mi cuerpo reaccionaba a otros estímulos y de repente él.... sin decir nada,,, ni un hola, ni un que tal?.... se abrió paso entre ellas, me agarro de la mano y me dijo alto y claro.... salgamos de aquí.....

En ese momento estaba blanca.... mis amigas miraban a aquel desconocido que me agarraba de la mano y tiraba de mi y yo me deje guiar ante la mirada atenta de ellas... Solo él cuando casi salíamos, se volvió ante las atónitas miradas y dijo.... no la esperéis.....

Todo pasaba muy deprisa.... cruzamos el paseo casi corriendo, pero no me asuste, sabia lo que iba a pasar.... al llegar a la playa... se arrodilló para descalzar mis pies de los tacones  y seguimos andando sin hablar,  solo nos mirábamos,  el calor de su mano recorría todo mi cuerpo excitado ….. hasta llegar a lo mas profundo.... ya nada se escuchaba, el murmullo de la multitud casi ni se oía, sólo se escuchaba el romper de las olas en la orilla. Fue ahí cuando de repente se paró, quedo frente de mí y me beso... un beso que me demostraba lo excitado que estaba, que me decía la urgencia de su cuerpo, un beso de lo mas salvaje que nunca me habían dado..... su lengua recorría toda mi boca... sus manos apretaban mi culete fuertemente, apretándome contra él... sintiendo a través de mis ropas... su gran abultamiento, su dureza.... fue ahí cuando mi cuerpo exploto... y empece a moverme como una gata en celo... si el me apretaba... mas lo hacia yo... queriendo sentir su polla rozar mi cuerpo.... de su garganta salió ese DIOSSSSSSSSSS … y ya no pudo mas, se arrodillo ante mi, subió mi falda y me arranco de un tirón mi tanguita, introduciendo su cara en mi húmedo coño.... mmmmmmmmm era lo mas que podía pronunciar..... Mis manos se aferraban fuertemente a sus hombros, estaba casi mareada del placer que aquel desconocido me estaba proporcionando.... se separaba,  me miraba y volvía a lamer... mordiendo mis labios... introduciendo dos deditos dentro de mi.... mientras su otra mano recorría mis muslos y mi culete.... lentamente un dedito de la otra mano fue buscando mi otro agujerito y despacio , muy despacio se hizo paso, yo ya estaba fuera de mi control...mis gemidos iban saliendo uno tras uno de mi boca... mis piernas empezaron a temblar.... mis manos agarraban fuertemente de su pelo a la vez que apretaba su cabeza mas y mas contra mi.... me iba a correr... aquel chico estaba arrancando un orgasmo fuera de lo normal.... y así fue como llegó.... entre espasmos y espasmos.... me corrí en su boca....

El no me soltó.... me mantuvo apretado a su boca hasta que mi cuerpo recobro un poco de normalidad, entonces me miro,  me sonrió.................... Aquella sonrisa valía un mundo.....
fue entonces cuando vi todo el deseo que aún guardaba para mi, sin decir nada se puso de pie, me dio la vuelta y acercando su polla a mi culete, lo golpeo con ella, fue buscando la entrada de mi húmedo coño y de un solo golpe me penetró... su gran polla fue abriendo paso entre mis carnes haciendo que mi placer aumentase de nuevo... aquella dureza entraba y salia ... embistiendo me fuertemente con alevosía... follándome sin parar... sabiendo que no tenia escapatoria... notando como su sexo temblaba a punto de estallar por la excitación... mientras sus testículos golpeaban mi trasero una y otra vez........... poco a poco lentamente se acerco y beso mi nuca... notando esa mezcla de ternura y pasión... esa mezcla que me hizo correrme sin parar … mi cuerpo estaba asombrado de lo que había provocado... y temblé de nuevo.... pero él quería mas y mas … no podía parar y volvió a embestirme.... sus manos me agarraban fuertemente y una de ellas fue hasta mi coñito que estaba chorreando de tanto placer.... eso lo puso mas a mil … mordió mi cuello... apretándome mas... sintiendo su respiración a punto de estallar..... mi cuerpo empezó a temblar de nuevo sintiendo los espasmos que estaban recorriendo su cuerpo y un grito de placer explotó de lo mas hondo de su garganta junto a una sola frase...... DEBERÍAS ESTAR PROHIBIDA......
Lentamente …. me dio la vuelta.... me desnudo por completo entrelazando mi mano con la suya....y nos metimos en el mar........ justamente allí bajo esa inmensa bola blanca... hizo que le rodeara sus caderas con mis piernas... y de nuevo sentí su enorme sexo traspasándome  .... ese hombre no tenia fin y allí con el vaivén de las olas volvió a arrancar de mi otro orgasmo descomunal ... mientras gemía  y aullaba a la luna


POR AL-ANDALUS

domingo, 15 de abril de 2012

EN EL PROBADOR

Otras veces iba a ciegas, pero esta vez, al menos, tenía claro quien nos esperaba, lo que desconocía eran tus
planes, a si que, te interrogo por el camino.

- La verdad es que no lo se Cielo, no hemos hecho planes, solo tengo claro que nos vamos de compras.

Subimos a la última planta, tu tras de mi en las escaleras mecánicas, cuelas de cuando en cuando tus manos 
bajo mi falda.

El ya esta esperándonos en una mesa al fondo semiescondida de la mayor parte del local.

Le saludamos y me siento a su lado. Rápido me lanza una mirada cómplice.

- Parece que nos vamos de compras eh

- Eso me ha dicho Jaime, lo que no se, es que vamos a comprar.

- Seguro que encontramos algo bonito para ti.

Dice mientras acaricia sutilmente mi rodilla. Tú nos miras y sonríes.

Sabes que tengo muchas ganas de estar con él, me atrae y me excita, pero, sobre todo, me gusta que entre 
en estos juegecitos.

Charlamos de cosas banales hasta que nos instas a levantarnos y seguirte. En lo que hemos estado charlando creo que has trazado un plan.

Vas delante, dirigiéndonos; lo que me da a entender que vas a adoptar el papel de mando.

Llegados a la planta de señoras, te diriges a la zona de lencería, no hay mucho realmente sexy donde escoger,conjuntos de ropa interior, si, pero poco mas.

Ves un corpiño en negro y rosa que, aunque sabes que me quedara demasiado ajustado de pecho, coges; y 
un picardías con la espalda al aire que dará la libertad a mis pechos que aprisionara el picardías.

No dices nada, simplemente nos miras, ni siquiera buscas mi aprobación. Tienes claro que el modelito es lo 
de menos, lo importante será nuestra capacidad de entrar en el juego.

Miro los probadores y te lanzo una mirada interrogatorio, entrar allí los tres levantara demasiadas sospechas, pero parece que lo tienes todo planeado.

Te encaminas a la otra parte del establecimiento, la zona de ropa de señora, coges un vestido y me dices al 
oído, 

- Lo vi al subir, seguro que estas preciosa con el.

Me besas tiernamente en la mejilla y vas decidido a los probadores.

- Quédate aquí y entra en 3 minutos

Mira el reloj y asiente.

Pasamos al ultimo probador, es una suerte que haya poca gente, cuelgas la ropa en el perchero y, agarrando mi culo con ambas manos me besas con deseo.

Susurras en mi oído.

- Quiero que te pruebes el vestido, encima del corpiño, luego abrirás la puerta y, despacio, muy despacio, te
irás quitando la ropa y te probaras el picardías. Quiero que nos pongas como una moto, y que te pongas tu
igual, claro.

Vuelves a besarme y sales.

Al abrir os veo a los dos, apoyados en la pared. El probador parece hecho para la ocasión, desde la puerta 
veis todo lo que sucede en el interior pero nadie más puede saber que esta ocurriendo.
A la vista de cualquiera pareceréis dos hombres aburridos 
esperando que sus mujeres salgan del probador, a mi vista...

A mi vista tengo enfrente a dos hombres a los que deseo.

No se que espera el de este en encuentro, pero si se que esperas tu, hacerme enloquecer de deseo.

Os miro y, nerviosa, me doy unas vueltas para que veáis el 
efecto del vestido; poco a poco subo lo falda dejando entrever las medias de liguero que se, a nuestro amigo le gustan.

Me vuelvo de espaldas y, contoneándome al ritmo de la 
música, subo y bajo mi falda mostrando mis muslos 
desnudos.

No puedo veros, a si que, vuelvo la cabeza buscando en 
vuestro rostro el efecto de mis movimientos.

Tu sonríes pícaro, disfrutando; el, con los ojos como platos 
lleva su mirada de ti a mi, quizás preguntándose cuando 
podrá entrar en acción.

Mi vestido sigue subiendo hasta mi cintura, mostrando unas nalgas desnudas.

- Eso no te lo había mandado.

- Ya, pero tengo la capacidad de saber lo que deseas.

Sigo girándome hasta estar frente a vosotros.

Una sonora risa se escapa de mi boca, mientras acaricio mis pechos, mas fuera que dentro de un corpiño dos tallas menor.

Yo me veo ridícula, vosotros me veis provocativa, con el pezón casi asomando.
Vuestro rostro de excitación hace que mi gesto cambie y que, con esa cara de zorrita que tanto te gusta, 
empiece a miraros mientras mis movimientos siguen dejándose llevar por la música.

La orden es que me pruebe el otro modelo frente a vosotros, pero no puedo quitarme el corpiño sola; te 
hago un gesto, llamándote con el dedo, para que me ayudes.

Entras y empiezas a pellizcar mis pezones lamiendo mi cuello. Ninguno de los dos dejamos de mirar a nuestroamigo, que estoy segura, se muere por poder participar. 


Comienzas poco a poco a desabrochar el corpiño, llevando de vez en cuando tu mano a mi entrepierna, ya
húmeda.

Cuando el corpiño esta desabrochado, me das la vuelta y me lo quitas, ocultando a nuestro mirón la visión de mis pechos, que pellizcas, haciendo que mi culo se eche hacia atrás buscando el contacto de tu polla.

- Estás caliente, mmm

Me pones el picardías sobre el cuerpo desnudo y me das la vuelta poniéndome cara a nuestro amigo.

Con un gesto le dices que entre.

Cierra tras de si tirándose a mi boca cual hambriento, sus manos se han posado en mi cintura, pero te 
encargas de llevárselas a mis nalgas apretándolas tu también.

Me vuelvo a besaste mientras dirijo su boca a mi pecho y mis manos buscan ambas pollas, deseosa de que 
me complazcan.

Lleváis vuestras manos a mi entrepierna juntándolas en un sexo empapado de excitación.

Mi boca va de uno a otro, mis manos 
intentan desabrochar ambos pantalones 
para poder sentir el calor de vuestras 
pollas, también están húmedas, como mi 
sexo; hago un intento de ponerme de 
rodillas, pero me levantas.

- Aun no golosa, aun no.

Tu boca va a mi pecho mientras los dedos de nuestro amigo comienzan a adentrarse poco a poco en mi sexo.

Me quitas el picardías y me tumbas en el suelo, intento mover las manos para 
tocaros, pero las aprisionas sobre mi cabeza mientras sigues jugueteando con mi 
pecho.

El cuela su cabeza entre mis piernas, lamiendo mientras me penetra fuertemente consus dedos, me retuerzo excitada, tapando mi boca para que no se escuche mis 
gemidos, pero cuanto mas me retuerzo yo, mas aprisionan vuestros dedos mi cuerpo, apoyas una de tus piernas sobre la mía para limitar mis movimientos y me miras a 
los ojos, sonriéndome de manera triunfal, como siempre haces cuando consigues que pierda el control.
Muerdo mis labios, mi respiración es cada vez más rápida, mi culo está ligeramenteelevado, te miro, saco mi lengua pidiendo un beso, te tiro del pelo, uniendo 
nuestras bocas ahogando mis gemidos, mi vientre convulsiona, aflojo la mano de tu pelo, suspiro, llevo mi cabeza hasta mi sexo invitando a nuestro amigo a llegar a mis labios, me besa.
- Me encanta tu sabor.
Me ayudáis a levantarme y antes de que pueda hacer ningún gesto dices.
- Vístete, terminaremos esto en otro sitio…

sábado, 14 de abril de 2012

SU MIRADA EN EL ESPEJO

Sentía sus cuerpo pegado al mío, su sexo entre mis piernas, sus manos acariciando mis pechos y llevándolos al frío espejo, sentía su excitación y era conciente de la mía, pero, por un momento, solo pude ser plenamente conciente de su cara de deseo.
Apenas podía moverme, me tenia parcialmente sometida por su fuerza, el frío erizaba aún mas mis ya excitados pechos, sabia que todo eso estaba pasando, pero me sentía hipnotizada por sus ojos recorriendo en mi cuello el mismo camino que marcaban sus besos.
Perdí de vista sus manos, que se adentraban en mi cuerpo, se que le buscaba, pero en ese momento, lo único que veía era el reflejo de esos ojos ardientes de deseo en el espejo.

EL DULCE SABOR DE LA VENGANZA

Tras varios encuentros que definiría como de los más calientes y morbosos de mi vida, desapareció, sin más.
Digamos que, a estas alturas de la vida, una no se asusta ni se sorprende con casi nada, pero, dada la complicidad que nos había unido, y la seguridad que pensé que tenía, llegué a estar realmente preocupada.
Ni una entrada en su página de una red social, ni una vez conectado al Messenger, desaparecido total y literalmente. Ni una contestación a mis mensajes. El último:
- Estoy preocupada, solo dime que estas bien.
Una contestación:
- Estoy bien y bla, bla, bla,
No recuerdo que mas ponía en el, pero si mi contestación
- Que te den.
La verdad es que la situación me entristeció. No solo por que hubiera desaparecido, si no por la frialdad con la que me tomé el tema.
Cuatro meses después, de nuevo aparece.
Otro mensaje, “hace tiempo que quiero darte una explicación, cenamos esta noche?”
No sabía si quería matarle o echarle un polvo. Decidí que mejor lo primero. A veces pensaba en el morbo que me producía, otras era mi mente vengativa la que salía a la luz. Dejé pasar otros cuatro meses en los cuales fue capaz, poco a poco, de ablandarme a base de que volvió a crear morbo en mi.
El definitivo, un SMS remitiéndome a una página de una red social.
En ese enlace me encontré la explicación que no le había permitido darme cara a cara.
Una metedura de pata, se titulaba.
En el explicaba que era tanta la complicidad y el morbo que le había unido a mi que, no queriendo ni pudiéndose permitir una relación, había referido salir corriendo.
Había sido un cobarde, es verdad, pero… pensar en la razón por la cual había huido sacaba mi orgullo.
Aún así, no estaba dispuesta a ir corriendo a sus brazos. Necesitaba vengarme, deseaba vengarme.
Habían pasado otros 3 meses de su reaparición y le propuse volver a vernos con una condición, que aceptara mi venganza.
Y aceptó.
- Dame la dirección de tu casa y espera mi llamada el viernes a las ocho y media.
Dos minutos después, tenía la dirección en mi poder aunque aún no sabía que sucedería.
Llegado el día, la tranquilidad que me invadía, al tiempo que el morbo, me asustaban. Pocas veces estaba tan segura de mi misma y de lo que quería, y le quería a el.
Pasada la hora convenida, le llamé.
- Cuando llame al telefonillo, métete en la cama y espérame desnudo y no te muevas a no ser que yo te lo diga.
Al llegar, la puerta estaba abierta, tal y como le había ordenado.
Recorrí toda la casa hasta llegar al salón. Allí me quité la ropa, despacio, pensando en la desesperación que debía sentir y sabiendo que, el ruido de mis tacones delataban mi recorrido.
Al llegar a la puerta de su dormitorio me paré en el quicio de la puerta, observándole, completamente desnudo, sobre la cama, esperando mi venganza, sin poder moverse a pesar del espectáculo que debía suponer para sus ojos lo que veía.
Apoyada en su puerta, observando, una mujer con un corpiño de liguero, sus correspondientes medias, unos zapatos de tacón altos, un gorro y sin bragas.
- Hay demasiada luz.
La primera lámpara estaba a mi lado, y la apagué, para apagar la segunda, me subo a la cama y paso por encima de el, dejando que note la humedad de mi sexo sobre su pecho, y dejo la puerta entreabierta para que sea la luz del pasillo la única que nos ilumine.
Un sutil y suave roce en sus labios y una pregunta.
- ¿Estas dispuesto a dejar que me vengue?
- ¿Que me vas a hacer?
- Solo te diré dos cosas, estamos solos, y no te voy a causar dolor, no necesitas saber nada más.
- De acuerdo.
Mi gorro tapa su cara para que no pueda ver mis movimientos.
Rebusco en mi bolso y saco unas esposas.
Sin mediar palabra, le inmovilizo y le quito el gorro para que pueda verme.
Mi sexo queda a la altura de su pecho, se que puede percibir el olor de mi excitación, pero, hasta aquí era hasta donde había planeado, el resto, sería improvisación.
De nuevo una pregunta.
- ¿Que me vas a hacer?
- Solo obligarte a que me des placer, a si que, empieza.
Coloco mi sexo sobre su cara, permitiendo que eleve su cabeza para empezar a lamerme.
Cada vez que un comentario del placer que está sintiendo sale de su boca, el caramelo se retira.
Me tumbo sobre el haciendo que su sexo se cuele entre los labios de el mío.
- No recuerdo haberte dado permiso para empalmarte.
- No, si no estoy empalmado.
Saco mi pecho del corpiño y lo pongo a la altura de su boca, permitiendo que lo bese, lo chupe… observando los gestos que le acompañan, como si quisiera saciarse de un dulce que le hubieran prohibido.
Vuelvo a sentarme sobre su pecho.
Reconozco que estoy disfrutando quitándole el caramelo cuando más lo está saboreando.
Sabía que mi maldad no sería mucha y que nos llevaría a una situación de morbo y excitación por encima de todos los límites sospechados.
Mi mente se bloqueaba por momentos, tenía que ir actuando sobre la marcha, exprimir todo el placer que me pudiera dar, y que, ya me estaba dando al ver la sumisión que estaba dispuesto a asumir para que mi cabreo desapareciera y le permitiera moverse a su antojo.
- ¿Que deseas ahora?
- Tu boca, quiero besarte.
- No, no me besaras hasta que no decida que puedes empezar a moverte libremente. Esa será la señal. Cuando te bese, te dejaré moverte, pero no tomar decisiones. Hoy mando yo y mi venganza no ha hecho más que comenzar.
Me escurro por su cuerpo, haciendo que su polla me recorra, hasta dejarla a la altura de mi boca.
De nuevo rebusco en mi bolso, cojo algo.
Comienzo a besar su sexo, a lamerlo mientras acaricio su ano; sus huevos en mi boca, succionándolos con fuerza, como para arrancárselos, y sus gemidos de placer, que me paran de nuevo.
Vuelvo a besar su polla, a follarme con ella la boca, a saborearla tras tiempo de deseo, mientras mis manos siguen trabajándose su culito.
Observa mis gestos y disfruta de ellos, quizás por eso sabe que alguna maldad le espera, sin embargo, un grito que sale de su boca.
Ni pequeño consolador le penetra.
Su cara refleja su excitación, la mía, la maldad, la picardía.
Los movimientos de mis manos no se si le causan placer o dolor, y, sinceramente, no me importa provocarle cierto dolor.
Su mirada suplica que empiece a follarle, pero es justo esa mirada la que hace que no ocurra.
De nuevo coloco mi sexo en su boca mientras me retuerzo y continúo moviendo el consolador.
Al placer de chupar mi sexo se une la excitación que le ha provocado sentir mi consolador en su culo.
Aun no deseo besarle, no siento la necesidad de unir nuestras bocas y comenzar una nueva lucha, esta vez con nuestras lenguas. No siento la pasión suficiente para hacerlo. Solo quiero sentirle mio, entregado a mis deseos y mis ordenes, sentir que, realmente le estoy castigando por lo que hizo, y disfrutar del placer que me provoca hacerlo.
Veo que el consolador le molesta, y se lo saco.
Deseo hacerle sufrir, pero solo mediante el deseo.
Le quito las esposas con una orden, que lleve sus manos a mi sexo.
Me coloca boca arriba sobre la cama y casi pidiendo permiso con la mirada, se cuela entre mis piernas mientras con sus manos, despacio, acaricia mi sexo con una mezcla de añoranza, deseo y pasión. Lo lame y lo besa, con calma, disfrutando del placer regalado. Comienza a subir, besándome despacio, hasta alcanzar mi boca, que, una vez mas, le niego.
La punta de su sexo comienza a colarse entre el mio.
Le tumbo boca arriba, ha controlado la situación demasiado tiempo.
Me tumbo sobre el, y, directamente, me clavo su polla en lo mas hondo de mi cuerpo.
Un gemido delata la sorpresa.
Comienzo a follarle, con calma, despacio, empieza a elevar las caderas, queriendo controlar los movimientos.
- Aun no te he besado, no puedes moverte si no te lo ordeno.
Permanece de nuevo quieto bajo mi cuerpo, que continua sintiendo su sexo y jugando con su deseo.
De nuevo inmovilizo sus manos sobre su cabeza, agarrándole con fuerza.
Le susurro.
- Ya te había advertido que tu castigo era darme todo el placer que te pudiera sacar, y lo estoy consiguiendo.
De nuevo intenta elevar sus caderas, pero esta vez no es necesario decirle nada, el mismo se da cuenta de su error.
Continúo follándole al ritmo que marca mi deseo, hasta conseguir el ansiado orgasmo.
¿Y ahora que?, mi mente intenta trabajar rápidamente, he de seguir con el juego, no puedo pararlo ahora, pero mi cuerpo y mi deseo necesitan un descanso, y el no se merece seguir recibiendo placer, aún no.
Me tumbo a su lado y vuelvo a rebuscar en el bolso.
De el saco dos objetos, un antifaz y un pintalabios, y se los entrego.
- Tienes 10 minutos en los que puedes hacer lo que quieras y si quieres, puedes usar estos objetos.
- Dos condiciones, no puedes abrir la bolsa, te oiría; y no puedes besarme.
- ¿Sabes donde va esto no?
Lleva el antifaz a cubrir mis ojos. Con el pintalabios comienza a dibujar unos labios que aún le son prohibidos, hasta que se da cuenta que no es color precisamente lo que da. La perfección del pequeño estimulador de clítoris, junto con la poca luz le ha engañado, y se ríe.
Acciona el aparato y continúa dibujando mis labios. No puedo verle, pero se que recorre con su vista el dibujo imaginario de esos labios que, lo se, ahora mismo, es lo que más desea.
Utiliza el juguete para recorrer un cuerpo que está deseando disfrutar sin ese juego marcado, hasta llegar a mi sexo.
Lo acaricia y lo penetra con sus dedos.
Sin que se percate, me quito el antifaz y le observo. Sentado a mi lado, de espaldas a mí, disfruta de la visión que le procura el juguete abriendo mis labios. Parece calmado, disfrutando de ese pequeño regalo de recrearse en lo que tanto desea sin las condiciones impuestas.
Se percata de que le observo y se vuelve.
- Estas haciendo trampas.
- Te recuerdo que mando yo, yo decido cuando me lo quito y cuando me lo pongo.
Coloca su cuerpo sobre el mío, haciendo que su polla se cuele entre mis labios y dejando el juguete entre ambos cuerpos.
Es en ese momento cuando mi deseo de sentir el calor de su boca no se resiste y comienzan apasionados y hasta cariñosos besos acompañados de caricias que recorren ambos cuerpos. La pasión nos invade, el deseo, esa complicidad que, una vez, nos dio tanto miedo. Cada poro de nuestra piel recibe las caricias del otro con ansia y calma. Cada centímetro de nuestro cuerpo espera ser tocado por el otro, cada rincón de nuestro ser espera una caricia.
Miro el reloj.
- Hora y media hemos tardado en acariciarnos.
- Cosa del morbo, supongo.
Cosa del miedo, pienso, mientras sus manos recorren, despacio, mi pecho y su sexo se cuela, de nuevo entre el mío, separándonos solo el juguete.
Comienza de nuevo a penetrarme, esta vez acompañando el momento con apasionados besos, peso no es mucho el tiempo que le permito tener el control.
- Han pasado los diez minutos.
- Dame diez minutos mas.
Le tumbo y me coloco, de nuevo sobre el, follándole, esta vez sin calma, con una fuerza casi salvaje. De nuevo tengo un orgasmo, tras el cual, decido hacer un parón.
Vamos al salón y encendemos sendos cigarros.
Una pequeña charla sobre como nos ha ido la vida en tantos meses y una visita a la cocina, no se bien con que excusa.
Allí, depie, semivestida como estoy, me hago consciente de que, sus besos y caricias han ablandado mi castigo.
Comenzamos a besarnos y acariciarnos, al tiempo que mi mente recuerda el papel que he asumido.
Siento y deseo sus caricias, pero no permitiré que su mente descanse.
- Sabes que aún no te he castigado como deseaba ¿verdad? Esto solo ha empezado.
- Lo se.
- Te espera lo peor del castigo.
- Hasta ahora el castigo me ha encantado.
Y a mi, está claro, pero… bufff, mi mente, no tiene límite.
- Estoy pensando que no me conformaré con el castigo de hoy.
- Si todos los castigos son como este, estaré encantado de que me castiges cuando quieras.
- Ya he pensado en el siguiente.
Lo estaba pasando genial. Estaba disfrutando mucho, pero, el estado de excitación en el que me encontraba, requería, incluso para alguien como él, de ayuda para satisfacerme completamente.
Su mirada me lanza una pregunta.
- He pensado que, de nuevo seré yo quien mande otro día, pero, antes, has de buscar otro chico, que sea muy bi, por que te quiero ver en las actitudes más calientes y morbosas que te puedas imaginar con otro tío.
- Si me pongo a buscar un tío y cuento lo que ha ocurrido hoy, seguro que salen a cientos.
- Confío en ti, se que sabrás escoger a un chico que me guste.
- Buscare una buena polla para que entre los dos te dejemos bien a gusto.
- Sabes que no quiero una buena polla.
- Tienes razón, tú quieres una buena mente, que sepa mantener el juego y el morbo que crearás para nosotros, para ti.
- No todos los hombres sabrían entrar en esto. Haz ese casting para mí. Regálame una buena mente con la que jugar.
- Te lo buscaré.
Mi nuevo juego le ha puesto, otra vez muy caliente, habríamos follado, de nuevo en la cocina, si no fuera por que no tenemos preservativos a si que, volvemos al salón.
Me siento en el sillón, acariciándome, mientras el va hacia el dormitorio.
Se que una de las cosas que mas le excitan es ver a la otra persona masturbarse.
De hecho, recuerdo, en un anterior encuentro, a ambos cuerpos frente a un espejo, masturbandonos para el otro.
Cuando vuelve, permanece unos segundos quieto, observando la escena.
Se sienta en la otra parte del sillón y comienza a acariciarse, observándome.
Definitivamente, sus besos y caricias y la manera en la que accede a todos mis deseos, me ablandan por momentos y sin darme cuenta, toma el control, comenzando a follarme en el sillón.
Tras un rato de juegos y penetración…
- Vete a la ducha, estas sudando.
- ¿Me frotarás tú?
- Ve a la ducha y ya veremos.
Sin tiempo de calentar ni siquiera el baño, se cuela bajo la ducha mientras comienza a echar gel sobre su cuerpo y yo observo por un hueco de la mampara.
Su polla, completamente en horizontal, recibe el gel, como si de un chorro de miel se tratara, lo que aumenta mi deseo de llevarla a mi boca.
Le acaricio recorriendo su cuerpo con mis manos llenas de jabón.
Sale de la ducha y le tiendo el albornoz, mis manos van de su pecho a las piernas, dibujando dos líneas paralelas, al tiempo que me agacho, dejando su polla a la altura de mi boca.
- Pocas cosas me gustan más que una polla recién lavada.
Me encanta. La sensación de su polla en mi boca y estar en cuclillas, frente a el, con el pecho libre de ataduras y el coño al aire, sintiendo como se humedece de nuevo, ante esta imagen.
- Ahora ya estas preparado para recibir tu castigo de verdad.
Agarro su mano y le llevo al borde de la cama, donde le ayudo a terminar de secarse.
Le hago tumbarse y abro, de nuevo el bolso.
Le pido que se tape los ojos, pero un estado de nerviosismo, que me produce una sensación de excitación y dominio nunca antes conocida, le invade.
Antes de sacar un nuevo objeto, tapo su cara contra mi cuello, viendo que hace trampas; y el nuevo objeto recorre su espalda.
Me mira, como intentando ver en mis ojos de que se trata.
Una suave caricia le recorre y no acierta a adivinar que es, o, quizás, espera de mi una maldad mayor, que es lo que le despista.
- No se que es, pero supongo que no solo hará eso ¿no?
- Solo hace eso.
Las plumas pasan a acariciar su pecho, subiendo hacia su cara y, produciéndole unas cosquillas que le hacen cerrar los ojos.
Me regala una sonrisa cariñosa.
De nuevo escondo su cara entre mi cuello y un nuevo objeto recorre su espalda.
Vuelve a mirarme, intentando averiguar de qué se trata. Un pequeño azote se lo dice.
Le muestro el objeto, una pequeña fusta que, lejos de asustarle le pone aún más cachondo si eso puede ser. Pero sabe que tampoco es ese el objeto de su castigo.
De nuevo le hago cerrar los ojos. Esta vez, tapándoselos con mis manos. Soy consciente del miedo que siente, superado solo por la excitación.
De repente, un ruido invade la habitación, y el da un salto en la cama, quitando de golpe la mano que tapa sus ojos.
- No, eso si que no.
Una sonora carcajada sale de mi boca.
- Te has asustado.
- Si, el ruido me ha asustado, pero verlo me ha asustado más. Sabes que no puedes hacerme eso, no tengo suficiente entrenamiento.
Su cara de picardía hace que quiera comerle a besos.
Lo se, solo era un juego, el arnés que me han prestado me ha dado miedo hasta a mi.
- Sabes que he venido a castigarte y lo voy a hacer.
- Sabes que con eso no puedes castigarme.
- Lo se, en cuanto lo he visto, lo he pensado, pero eso solo significa una cosa, que mi fantasía y esta parte de la venganza quedan pospuestas para otra ocasión.
- Y sabes que te dejaré hacerlo, pero no con este arnés.
Las manos de ambos recorren el juguete, como si de un pene real se tratara. Las miradas de excitación van de uno a otro.
- Póntelo, quiero verte con el puesto.
Me ayuda a ponérmelo, mientras lo acaricia. Pone algo de distancia entre ambos y me susurra.
- Estas preciosa cariño.
Esas palabras, mi propia imagen, y el acariciándome un sexo imaginario hacen que mi excitación vuelva a estar descontrolada.
Se tumba junto a mí, con su cabeza a mis pies, y acaricia y lame el juguete, mientras yo le correspondo.
Sus dedos se cuelan bajo el arnés, penetrándome con fuerza, sus ojos se dirigen hacia los míos, buscando la aprobación de lo que están viendo. La cara de vicio y deseo que acompañan cada lametón, cada beso, cada caricia que imprime al juguete me están llevando a un estado de éxtasis pocas veces conocido.
Ahora tengo claro que, el castigo que le he propuesto de buscar un compañero de juego para ambos, es lo mejor que se me podría haber ocurrido.
Pienso en como será verle jugar con una polla de verdad y la ansiedad me invade.
Retira el arnés y se tumba.
Me coloco sobre el y de nuevo, empiezo a follarle, solo que esta vez, le digo al oído.
- Ahora si te puedes mover, quiero sentir toda la pasión que llevas dentro y que llevas toda la noche controlando.
Me besa, agradeciendo mi gesto, y comienza a moverse bajo mi cuerpo, mientras mis gemidos de placer le invitan a continuar.
Nuestras manos se recorren, nuestros besos se vuelven, si cabe, mas apasionados, nuestros cuerpos se funden en uno solo, apartando, aunque sea por unos minutos, el miedo.
Los gritos salen de mi boca, los susurros de la suya.
- Córrete otra vez para mí, quiero que me empapes de nuevo la polla.
Sabe bien que decir, saber perfectamente que hacer para que mi cuerpo pierda el control sobre si mismo y se lo entregue. Sus besos, sus caricias, sus susurros, sus movimientos bajo mi cuerpo me llevan, de nuevo, al orgasmo.
Me tumba junto a el y comienzo a acariciarle.
Tras un rato, un nuevo susurro.
- Tócate, quiero verte.
Mis manos comienzan a acariciar mi propio sexo mientras, el, de rodillas junto a mí, comienza a masturbarse rápidamente.
De cuando en cuando cuela una mano en mi sexo, sin disminuir el ritmo de las caricias que se está produciendo.
Toca mi pecho, pellizcando suavemente mis pezones, lo que hace que me retuerza, mientras mis ojos no se separan de los suyos.
Deseo que descargue su pasión sobre mi cuerpo; sentir el calor de su leche sobre mí. Le miro, viciosa, pidiéndole lo que me pertenece mientras muerdos mis labios y continúo acariciándome, cada vez más rápidamente.
El observa el movimiento de mis manos, las palabras de mis ojos, el deseo de mis labios, y, por fin, me da el merecido premio, que, por medio de caricias extiende por mi pecho.
En un nuevo gesto cargado de morbo, chupa su dedo y, a continuación, recorre con el mis labios, para besarme después, con toda esa pasión que tanto miedo nos da.
- Me ha encantado tu Dulce Venganza. Estaré dispuesto a tus nuevos castigos cuando quieras.
- Los tendrás, ya lo sabes.

CONTINUARA?
QUIEN SABE?

RELATO IMPROVISADO

Una noche como otra cualquiera, hablando con gente que sin conocernos, noche a noche nos vamos descubriendo. Una noche como otra cualquiera en un chat, en la que los asiduos, nos gastamos bromas, nos preocupamos, nos contamos nuestros problemas y nuestras experiencias. Un chat en la que los nuevos nos preguntan sobre este mundo oscuro y donde algunos conocen a sus primeros contactos.
Ayer, después de una semana complicada y más lágrimas que risas, encontré de nuevo a MorganM, un amigo aun sin conocerle, una persona dulce, sensible y deseada, también estaba carmen11, pizpireta, estricta con los nuevos pero que después da mucho juego en el chat a la gente, la mujer que no admite privados, Hipercuriosa, la seriedad aparente, mujer de deseos controlados y provocación de deseos incontrolados, jacuzzi que se unió en la última parte de la noche y que sin dudarlo se unió a nuestro juego y, claro, por supuesto yo, Rachel.
La noche empezó con la llegada a mi móvil de una foto, una mano, simplemente una mano izquierda, pero al mismo tiempo el inicio de una descripción de la mano de MorganM para el resto, la curiosidad de carmen11 y de hipercuriosa hizo que comenzase mi relato nocturno, describiendo la mano inicié un relato de deseos, simplemente imaginando sus dedos recorriendo mi piel, mi escalofrío al sentirla, esa mano que me explora, me acaricia, inicia unos roces que me excitan, unos dedos que largos y juguetones, me producen diversas sensaciones al rozar mi clítoris, al investigar mi cuerpo, al introducirse en mí y humedecerse con mis deseos, dejarme probar mis más profundas humedades mientras carmen11 e hipercuriosa lo observan todo, pero quieren participar, quieren acariciar el cuerpo de MorganM, besarle, provocarle la excitación más fantástica, recorrer su cuerpo con sus lenguas, rozar sus cuerpos con el cuerpo de él.
Jacuzzi que entró en ese momento, no sabía qué estaba pasando, pero sabía que fuese lo que fuese, quería participar, quería tocar a cada una de nosotras, introducirse en este grupo formado en un chat, en el que los deseos quizá se hagan realidad, quizá descubramos el cuerpo de MorganM y sintamos sus caricias, quizá sintamos sus besos, su lengua juguetona que se enreda con las nuestras, quizá algún día tomemos un café lleno de deseo o quizá no, pero el deseo que se forma respecto a una persona en un chat no es descriptible, es un deseo que quieres descubrir, en unos susurros que quieres oir, quieres sentir un escalofrío en la piel al sentir como sus dedos te rozan de forma imperceptible.
Seguiremos conociéndonos, seguiremos sintiendo con los pequeños relatos que surgen en un chat, pero quien sabe cuándo conoceremos a cada uno de los personajes de los relatos.
Quizá nunca lo sabréis porque la discreción es primordial en este mundo, pero siempre habrá detalles en los relatos, en las confesiones que quienes nos conocen dirán ¡qué jodidos ya se han conocido!
Me gustaría dar las gracias a los partícipes de mis intentos de relatos y a los cuales pido permiso antes para nombrarles.
Un beso puede ser excitante sin haber rozado tus labios, una caricia puede producirte un escalofrío aunque esté a muchos kilómetros de distancia, una mirada puede ser más profunda cuando miras en mi interior y no ves mis ojos, déjame que te explore y te haga sentir.

DESTINO DESCONOCIDO

Aquellas vacaciones iba a dar un cambio radical al mundo swinger
confiaba en ella, que es una cabeza loca y excitada por su locura me deje llevar,vestidas para la ocasión sin saber donde acabaríamos, salimos, a una oscuridad aterradora, metidas en el coche camino a no se donde, y ella Reina solo hablaba y yo echa un manojo de nervios, hasta que la dije;
-Cállate loca y cuéntame de una puñetera vez de que va todo esto..! ¿quienes son?¿ donde coño vamos? y en que lío me has metido? te tengo que recordar que somos madres, hijas, y .....
Venga Bego en serio para el coche que estoy acojonada, tu cara me dice que algo me estas escondiendo y algo malo va a suceder.
En el camino hacia no se donde, la carretera era como una película de miedo sin luz...el miedo aumentaba por minutos, solas en la carretera, entonces fue cuando empece a decir,
- Bego, por favor donde vamos? quiero volver a ver a mis hijas, esta locura no puede ser, no, no tiene buena pinta,¿que sabes de ellos?, llámalos y di que quedamos en un sitio donde haya mucha gente.
Y tu ni caso como si no iba dirigido a ti estabas ciega por tu juego.
Seguimos el camino a no se donde, sin luz, sin conocer, sin coches a nuestro alrededor
-Bego Le llamo yo dame su teléfono, es que te has vuelto loca.
"Hola soy María, me puedes decir quien eres? y donde se supone que tenemos que ir? me niego rotundamente a seguir este juego que no me hace gracia...Os habéis vuelto locos! ¿ y tu quien te dice que somos de fiar?"
Bego, puede ser un psicópata y nosotras en su búsqueda.
-vale,dijo el con una voz que lo hacia aún mas misterioso, os entiendo si, tienes razón María eres la única que ha puesto algo de sentido común en este l0co juego, de acuerdo,un amigo ira a por vosotras en el punto de la carretera donde estáis, no os mováis de ahí si el no os gusta daros la vuelta.

-Bego, no salimos del coche, pon la primera marcha cuando el se acerque si no nos gusta, acelera hasta el fondo...lo has entendido? si si María, no te preocuepes estoy igual de acojonada o mas que tu.
El camino hasta llegar a ese punto era ufffff" acantilados, sin nada de luz, era una noche de luna llena con lobos incluidos y nosotras de pantera pasamos a ser dos gatitas asustadas.
-La madre que te parió siempre me metes en estos líos no aprenderé,.... pero en el fondo y sin que ella se enterase estaba excitada por todo esto,! ufff pura adrenalina....

Pd: noche única, para recordar, fue un cambio radical en muchos aspectos, se que no volveré a hacerlo, no es lo mio, pero reconozco que ese momento vivido por las dos nos unió mucho mas, solo el echo de que nos pasara algo alguna de las dos nos hizo pisar el suelo. este es un juego muy peligroso hay que saber elegir muy bien a la gente, no vale cualquiera ni para un destino desconocido.

Instintos....

Labios mojados,tirante de raso, hombro descubierto....perfecto..., te guardare una cinta de raso negro fina para el cuello y una mas gruesa para tus muñecas para asirlas hacia atrás y jugar con tu deseo le había dicho......................


Apoyada en la pared, con una cinta en los ojos y las manos atadas en la espalda, ella intentaba agudizar sus otros sentidos, respiraba fuerte pues sabia que él estaba en la habitación cerca de su espalda. La apretó contra el ventanal, para que el cristal frío hiciera sentir mas su piel, mientras acariciaba con sus labios su hombro.... ella echó la cabeza hacia atrás para sentirlo mas... para olerlo... y sus pechos se clavaron mas en el cristal, por los cuales pasaba el frío, incluso por la tela de su camisa negra.....
Le abrió la cremallera de la falda y la deslizo suave hasta el suelo, ella llevaba medias como él le había pedido, solo las medias y el ligero.... las braguitas estaban en la maleta...se agacho y empezó a acariciar su sexo con los labios.... con las manos atadas hacia atrás... agarró los cabellos de él y lo apretó hacia ella con fuerza, como queriendo que la traspasase con esa lengua suave y salvaje...
Cuando ya estaba mojada y los pechos helados de estar apretada contra el cristal la subió y abrió su camisa... la observó reflejada en él mientras sus dedos hábiles rodeaban sus pezones,... los acariciaba y pellizcaba... notando como el cuerpo de ella temblaba.... Lentamente la volvió...bajo su camisa hasta la cintura y comenzó a besarlos, estaban helados.... subía y bajaba de los labios a los pechos sin prisas.... en ese momento ella rompió el raso que ataba sus manos... agarro de las nalgas al chico y acercándose a su boca le dijo en un susurro ... lobo follame!!! follame aquí bajo las estrellas y después... te amare en la cama hasta el alba....
Esa palabra clave salidas como un suplicio de la boca de ella, hizo aullar al lobo que llevaba dentro.....y ese instinto animal se desbocó.... la volvió a girar pero esta vez la coloco contra un espejo le retiro la cinta de los ojos y la observó desde los pies hasta su pelo, subida en sus tacones negros , su sexo rasurado y pechos exuberantes de infarto esperando lo que le había pedido.... sucedió.... su sexo duro y caliente, la penetro... los ojos fijos de ellas mirándolo, se abrían mas y mas a cada embestida hasta que ella llegó a un orgasmo brutal y él la mantuvo allí hasta que su cuerpo se tranquilizó.
Sin saber como , llegaron a la cama y fue allí cuando ella tomo las riendas de la situación... lo tumbo en la cama... se sentó en su abdomen...se inclino y puso sus pechos en su boca, acariciando sus labios con sus pezones duros... luego los besó y mojó... poco a poco empezó a descender hacia abajo, haciendo el mismo recorrido con su lengua que hacían sus pechos hasta llegar a sus caderas... donde él sintió su aliento... ella sabiendo lo que el deseaba, lo hizo sufrir y siguió bajando por sus piernas llegando a sus rodillas, fue entonces cuando paró y empezó a morder el interior de sus muslos... primero uno ...luego el otro y así sucesivamente hasta que su cara quedó a milímetros de su hombría, lo notaba duro, caliente, excitado y lo miró a los ojos a la vez que sacaba la lengua para acariciarlo....
Lentamente... sin prisas... sin pautas fue acariciando una  y otra vez su polla... lamía... besaba... chupaba... la introducía lentamente en su boca, apretando con sus labios, una y otra vez, entraba y salia. Su olor y su sabor le llamaba la atención... le atraía..., le atraía tanto que no podía dejar de chuparlo, contra más lo hacía más quería y más la lamía. Al rato de estar jugando con su polla, notó que su cuerpo se ponía tenso... se separo y sin dejar de rozarle fue subiendo poco a poco resfregandose contra él, se puso de pie con una pierna a cada lado y fue bajando, hasta rozarle el sexo con su clítoris húmedo y empezó a masturbar lo así, sus caderas se movían lentamente... agarro la polla con una mano y metió la punta en su coñito caliente y sin dejar de mirar sus ojos se dejo caer... sabia que no podía mas, así que aceleró sus movimientos, con fuerza, con ansia. El se vino en un escandaloso orgasmo, en el que grito su nombre varias veces, … en el mismo instante como ella dijo que despuntaba el alba........

DESPERTANDO A LA DEL LUNAR

Buffff, a ver que se me ocurre hoy para despertarla. Se que no lo tengo fácil, tienes una resaca de morirte, pero me da igual, no hubieras bebido, pero ahora la quiero mía, de nuevo, a si que, tal y como estas tumbado en la cama, cuando aun todo te da vueltas, me pongo sobre ti, te beso suavemente los labios y, despacito, con calma, voy recorriendo tu cuerpo con mis labios.
La boca, el pecho, un pezón, otro pezón, los "en otro momento" abdominales(jijiji) el bajo vientre....
Nooooo, no creas que no se lo que hago, no creas que no se como derretirte, como excitarte. Lo se. Perfectamente, pero no siempre vas a tener lo que deseas no? No siempre leeré tu mente y te daré lo que quieras, de cuando en cuando me gusta hacerte esperar y, cuando ya crees que se me ha pasado por alto, comienzo, de nuevo a subir.
Ahora siento tu polla semierecta entre mis muslos, y es ahora, con ella entre mis piernas, cuando vuelvo el camino andado y empiezo a besarte el cuello, a chupártelo, a susurraste al oído palabras que solo dejan de ser soeces cuando salen de mis labios en esos susurros que tanto te gustan.
Se que el roce de mis labios en tu cuello te hace extremecer y que, ahora te arrepientes de todo lo que bebiste anoche, por que, la del lunar no termina de responder, y tu cabeza da vueltas, pero eso no me para.
Me arrodillo entre tus piernas y, acariciándote, te miro a los ojos con esa cara de bicho que tanto te gusta.
Cojo una goma para el pelo, Mmmmmm ya sabes que viene después, me encanta que veas mi cara mientras te como, te chupo, saboreo tu sexo en mi boca y siento como, poco a poco va creciendo en ella.
Me encanta esa sensación.

Por cierto, que mira que hora es, que voy ha hacerme la comida, que me ha entrado un hambre voraz.

LA IMAGEN EXCITANTE

Sólo pensar en ese instante, esos gemidos, esas manos, esos besos, esos dedos y mi cuerpo se revoluciona, ese momento en el que una mujer exhausta grita, no puedo más, pero sigue,… quiero volver a sentiros, vuestras lenguas recorriendo mi sexo, vuestros dedos penetrándome mientras su garganta produce sonidos inconexos y sube el volumen. Los dedos mojados por recorrer su vagina y que son entregados  para que su lengua los saboree, mientras las miradas se cruzan, los deseos son realizados y su lengua recorre su polla mientras la mira fijamente, viendo como ella se excita a cada roce de su lengua, observando como entra en su boca y sale mucho más excitada que antes. Sujetando su cabeza, para que no cesen esas penetraciones en su boca, para que su polla sienta cada uno de los movimientos de su lengua mientras él la observa completamente excitada por notar una lengua en su sexo.


POR RACHEL

jueves, 12 de abril de 2012

MANDAS TU...

- Mandas tú, me dijiste.
Y mi mente empezó a cavilar al tiempo que se me escapaba una leve sonrisa; suficiente como para que, conociéndome como me conocías, preguntaras
- ¿Que se está pasando por esa cabecita?
- Nada cielo.
- ¿Nada? Que ya nos conocemos, ¿qué estás pensando?
- En serio, nada
Era verdad, no me había dado tiempo a pensar nada, simplemente, mi mente había visto un semáforo en verde que hacía que diera rienda suelta a mi imaginación.
Mandas tú, mandas tú... ¿Qué podía hacerte?
Cada vez era mas difícil pillarte de sorpresa, y más esta vez que con esa media sonrisa te había puesto sobreaviso.
- Vamos a tomar algo y luego ya veremos...
Mi mente intentaba buscar una nueva forma de provocación, pero no debía ser mi día, porque mi cabeza, habitualmente rápida, no daba con ninguna fantasía que poner en marcha.
Efectivamente estuvimos tomando algo, primero unos vinos y algo de picoteo, luego una copa, tras la cual volvimos casa. 
Mientras conducías pensaba que ocurriría al llegar, pero todo lo que se me pasaba por la mente era demasiado clásico.
Nata, esposas, antifaz...
De repente, se me ocurrió una idea.
- Coge el camino de la derecha, -te dije cuando casi estabas en el-, quiero enseñarte una cosa.
Giras rápidamente pero, al dejar la carretera, disminuyes bruscamente la marcha y mirándome preguntas a donde nos dirigimos.
- Sigue mas adelante
- ¿No me vas a decir a donde vamos?
- A enseñarte un sitio nuevo.
La noche es cerrada pero la luna llena ilumina lo necesario a campo abierto como estamos.
El camino comienza a estar muy mal debido al desuso, por lo que decidimos continuar a pie.
Mis tacones, excesivos para este tipo de paseo, me obligan a agarrarme a ti.
A lo lejos ves una especie de casita medio derruida.
Me miras extrañado.
- ¿Es ahí donde vamos?
Sin decir nada continuamos andando.
Tropiezo y, si no fuera porque voy agarrada a ti, probablemente me habría caído.
- Estás loca, al final te vas a hacer daño, ¿no me vas a decir a donde vamos?
Casi estamos llegando a la casita; el camino hace un recodo que lleva a la parte delantera de la pequeña vivienda.
Al llegar ves unos bancos de piedra a ambos lados de la puerta principal y un tercero mas alejado.
Varias higueras sirvieron en el pasado para dar sombra a lo que parece ser el antiguo patio de la vivienda.
La puerta esta tirada dejando ver como la vegetación se ha hecho con parte de la casa.
Me miras.
- ¿No pensaras entrar ahí?
- No, de noche no.
Te digo sonriendo. Ya sabes que por mi cabeza ha pasado la idea de volver de día.
Te guió hacia el banco mas alejado y me siento.
Es entonces cuando percibes el sonido del agua.
El banco esta situado junto a un pequeño riachuelo.
Te sientas junto a mí.
- Mira, con el cielo tan claro se ven todas las estrellas.

Miramos al cielo ensimismados, tranquilos, relajados, tanto que la relajación casi se apodera de mí y me desvía de la finalidad de estar aquí, hacer realidad tus palabras.
- Mandas tu.
Mmmm.
Te lo recuerdo.
- ¿No decías que hoy mandaba yo?
- Claro, por eso estamos aquí ¿no?
Agarro tu mano haciendo un gesto para que te levantes y te pongas frente a mí.
Comienzo a sacar tu camisa del pantalón, acariciando tu pecho y besando suavemente tu vientre.
Mis manos se acercan peligrosamente a tus pezones, al principio acariciándolos, hasta que un pellizco te hace soltar un pequeño grito.
Cuando tus manos agarran mi cabeza, uniéndome más a tu cuerpo, me suelto bruscamente.
- No, hoy mando yo.
Te empujo lo suficiente como para que des un par de pasos atrás y, a pesar de la oscuridad de la noche, intuyas mis movimientos.
Elevo el culo del banco y bajo mi culotte, luego, despacio, mientras una de mis manos acaricia suavemente mi sexo, la otra acaba de bajar la ropa interior hasta hacerla desaparecer en el fondo de mi bolso.
Das un paso al frente, excitado por la idea de comprobar con tus propias manos la humedad que ya se ha de estar apoderando de mí; sin embargo, te hago parar y continuo acariciándome. Ahora que tengo ambas manos libres, llevo la otra a mi pecho, que comienza a asomar por los botones de la blusa.
Permaneces depie frente a mi, observándome tranquilo; de cuando en cuando tu mano acaricia tu polla sobre el pantalón.
Te miro a los ojos, intentando ver en la oscuridad tu gesto.
Imagino que es de deseo, de excitación, pero nada me lo indica.
En cambio tú, por el cambio en el ritmo de mi respiración sabes que estoy, cada vez, más excitada.
La blusa ya no esta unida por ningún botón y, de alguna manera he conseguido hacer desaparecer mi sostén.
Mis pechos, redondeados y duros por la excitación reclaman tus caricias.
Mi sexo húmedo e inflamado va dejando ver un clítoris prominente que no dejo de acariciar. Cierro los ojos de cuando en cuando, Te deseo, pero decido continuar.
Mando yo.
Y quiero ver hasta donde eres capaz de seguir el juego.
Das un paso al frente, pero, inmediatamente vuelves a la posición original. Tu también deseas saber hasta donde estoy dispuesta a llegar, mientras piensas en todas las veces que has deseado ver como me masturbaba para ti, y cuantas veces te lo he negado. Ahora que lo tienes, es en la oscuridad de la noche y no te permite percibir del todo mis gestos. Quizás por eso, cada uno de los sonidos que emite mi boca se clava en ti consiguiendo un poco mas de erección en tu polla.
Mi respiración entrecortada, la redondez de mis pechos, la rigidez de mis piernas, te hace intuir que estoy próxima al orgasmo, pero, de pronto, bajo el ritmo volviendo a pausadas caricias superficiales.
No dejo de observar tus gestos.
Tiendo la mano que acaricia mi pecho hacia ti.
Me desafías.
- Tu has empezado, termina tu.
- Mando yo, y quiero que termines tu. Hunde aquí tu boca.
Sin pensártelo dos veces te acercas y colocándote en cuclillas frente a mi, comienzas a acercar tu boca poco a poco a mi entrepierna subiendo desde la rodilla.
Me recuesto todo lo que puedo en el banco ofreciéndote mi sexo.
Tus manos han de agarrarse a mis muslos para no perder el equilibrio lo que me obliga a ser yo misma la que acaricio mis pechos con una brusquedad que solo permite mi estado de excitación.
Por unos segundos sueltas una mano para pellizcar uno de mis pezones, lo que hace que eleve mis caderas buscando que hundas mas tu cabeza en mi.
Sabes que ya no me conformo con tu boca y tus dedos empiezan a hundirse dentro de mi.
Mis gemidos, la elevación de mis caderas, como suelto una de mis manos llevándola a tu cabeza presionándola contra mi. Ahora gritos, ambas manos en tu cabeza, la fuerza no te permite moverte. Soy yo la que restriego mi sexo contra tu cara gritándote que sigas.
Mis caderas se muestran rígidas, sientes como los músculos palpitan al tiempo que tu cara se ve impregnada de mi orgasmo.
Relajo mis manos, relajo mis piernas; poco a poco te permito salir de tu "prisión"
Llevo tu cara a mi boca, besándote y lamiendo suavemente la comisura de tus labios.
- Me encanta cuando mandas tu, me dices
Seguiré mandando cuando lleguemos a casa, pero lo haré a cuatro patas.



POR UTOPICA