lunes, 20 de enero de 2014

UNA EXPERIENCIA, DOS MIRADAS.- Por Utópica




Nada como un reto para activar mi mente; quien me conoce lo sabe. Quizás por eso mis amigos habían decidido darme una sorpresa.
Solo sabía el nombre de los implicados, Al-Ándalus y Ejiménez; y sabía que ambos habían apostado contra mí, pero no sabía en qué consistía el reto y lo que nunca supe era que ocurría si no era capaz de superarlo; quizás es que, a pesar de su apuesta, era algo que no se habían planteado, jajajaja.

El caso es que días antes alguien me dio una idea para un bondage (Duendecillo) y pensé que ocurriera lo que ocurriera con el reto propuesto, de mi retador me "vengaría" llevando a cabo esa idea.
De mi retadora.... Mmmmm, esa requería otra venganza que algún día será contada e ilustrada;  prometido a todos los lectores, y esto también me lo tomo como reto jajajaja.
Al-Ándalus date por jodida!!!!!

Pero vayamos a los hechos.
No sabía que habían preparado pero los que me habéis leído sabéis que me gusta jugar y provocar, a si que, durante aquella cena de amigos, me pase toda la noche recogiendo mi pelo con unos palillos chinos mientras una y otra vez miraba a mis retadores con esa cara de niña buena que me caracteriza y les decía...

- Qué se me habrá ocurrido.

- Puede que los de las sorpresas sean los sorprendidos.

- Para qué querré unos palillos chinos.

Reían, claro que reían, pero al tiempo debían pensar.... Que de la habrá ocurrido a esta cabrona con los palillos.

Terminada la cena llega el momento de la sorpresa. Previamente al-Ándalus me había dicho, "solo te diré que te quiero más zorra que nunca".

- Tienes que atar a Eji, dice mi retadora. 

Una amplia sonrisa ilumina mi rostro, pero, ¿dónde estaba el reto? He atado a mucha gente, ellos lo sabían.

- Tienes que atarle pero sin taparle los ojos.

Jajaja ahí tenía mi reto.

- Te vas a enterar cabrona, esta te la devuelvo con creces.

Para quien no conozca a Eji, es un hombre grande, de carácter dominante y mirada intensa. Probablemente muchas tiemblen ante una mirada dura de las suyas, pero esa no era yo, sin duda.
Le miré a los ojos, le sonreí, le besé con la pasión y la excitación que me daba saber de mi batalla ganada antes de librarla. Comencé a desnudarle sin dejar de mirarle a los ojos y coloqué un par de palillos chinos con gesto retador en mi pelo.

Como siempre que aparece Lady Nudos a los pocos segundos me había olvidado del resto de la gente, solo éramos él y yo.
Le tenía. Le tenía a mi merced y por voluntad propia, uff. Ese pensamiento me excitaba.

Casi desde que nos conocíamos nuestras formas de ser, ambas dominantes, habían chocado en múltiples guerras dialécticas, tan intensas como excitantes, ahora, verle así, a merced de mi "maldad" mmmm.

Las cuerdas comenzaron a recorrer su cuerpo mientras su mirada no se despegaba de la mía. Las caricias se sucedían a través de la seda pero la reacción de su piel al ser rozada, me traspasaba como su fueran mis manos las que le tocaban. Observaba su boca. De cuando en cuando el deseo por besarle me devoraba. Me dijo algo y mi gesto autoritario, mi mirada desafiante y retadora le contestaron. No se intimidó, claro que no, nunca he pretendido eso con nadie y menos con él.
Se excito. Más. Le gustaba la idea del reto pero le encantaba ver que estaba a la altura. Lo que no sabían era que superaría la altura y con creces.
No podía observar a Al-Ándalus (suelo estar de espaldas a la gente para que nada ni nadie distraiga mi atención sobre aquello que estoy sintiendo), pero supongo que, habiéndome visto hacer muchos bondage, se preguntaría porque quedaban cuerdas colgando de las muñecas.

 Imágen real.


Fui a las piernas. Previo paso por su sexo, y las cuerdas seguían quedando sueltas, sin acabar de rematar.
No recuerdo que dibujo  cubrió aquel cuerpo, pero no puedo olvidar esa piel, no dejo de pensar en el deseo entre ambos que desde ese día solo se ha visto acrecentado. Me sobraban casi todos (y no digo todos que alguna me mata) y en ese momento, cuando estaba a punto de rematar mi jugada y sorprenderles con mi atrevimiento. Me paré, le miré a los ojos, y me plantee si continuar adelante.
Sí, estaba relajado, tranquilo, excitado, colaborador, pero, sobre todo vi a mi amigo, aquel con quien tantas charlas había tenido, y recordé cuan parecido era a mí. Jugaba por placer, no le importaría perder y disfrutaría viendo que estaba a la altura.
Comencé a sacar los palillos chinos uniéndolos a cada uno de los cabos que habían quedado sueltos.
Cinco cuerdas, cinco palillos, cinco apéndices, un reto, y yo me había fabricado una marioneta. Ufff y qué marioneta.

Entonces sonreí y goce.
Cualquiera pensaría que fue sensación de poder, de dominación.  Noooooo, era sensación de felicidad, de complicidad, de amistad, era la sensación de saber que mis retadores estaban orgullosos de haber perdido el reto.
Le había atado, le había convertido en una marioneta cuyos apéndices se movían a mi antojo.
Había aprobado sí, con matrícula de honor, si. Pero la satisfacción venía de saber que solo de  la relación que nos unía podíamos hacer algo así. Otra vez nuestra amiga la complicidad.

Hace poco, recordándolo con Al-Ándalus me dijo:
Cagoenlarazonquenosparo, si no, ese día se lía.

Quizás algún día vendrá la segunda parte querido Eji, no te digo más.

Lo que queda de esa noche, es un buen recuerdo, un deseo y cuatro personas que tenía cerca a las que puedo decir Tq.

4 comentarios:

Paco01 dijo...

Como te gustas las cuerdas Lady Nudos... algún día me tienes que dar unas clases ;)

Paco01 dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Utópica dijo...

A ti te doy yo lo que quieras guapooooo

neo dijo...

Mmmm, quiero aprender....