martes, 16 de diciembre de 2014

UTO ROMPEHUEVOS por Morbosobretodo

Tengo una curiosidad tremenda por verte en una sesión de bondage... Y me pregunto cual sería la cara de tu víctima sí....
Bueno el si me lo guardo y te lo detallo luego un poquito más.


Y DESPUÉS DE ESTA BREVE CONVERSACIÓN CON MORBOSOBRETODO, ME LLEGÓ ESTO:


 Tras tocar el timbre, aun nervioso, un chico alto y serio me abre la puerta con su impoluto smoking negro.
Cuando voy a dar un paso para cruzar la puerta me tapa la entrada. Mirándome a la cara con un tono de voz seco pero educado me dice: ¿Cual es la contraseña, señor?, nervioso pero divertido respondo: Uto rompehuevos. Se echa a un lado sin un solo gesto en sus facciones, y con su mano me señala el camino que apunta directo a la puerta principal. Con un simple gracias me despido de él y me dirijo con paso rápido hacia la puerta sin dejar de observar a mí alrededor. Cuando llego a la puerta está entre abierta, asomo la cabeza y no veo a nadie, abro la puerta del todo y paso al interior. Una cinta roja en el suelo desaparece por una de las puertas. Decido seguirla. Tras cruzar una sala, un salón, un pasillo largo y subir un par de escaleras termino en una habitación muy pequeña absolutamente negra con dos puertas y un aroma que todavía no reconozco. Una puerta blanca con un gran brillo al lado de una negro todavía más brillante. Me siento como Neo, salvo que aun no sé que estoy eligiendo. Abro la puerta blanca y da a una magnifica terraza con vistas al jardín. Unas luces tenues iluminan un enorme sofá con cojines blancos y una mosquitera del mismo color a su alrededor, unas sillas metálicas dispuestas alrededor de una mesa de madera color caoba y un jacuzzi integrado a ras de suelo para varias personas tapado con una lona marrón. Sin un sonido que me de ninguna pista decido volver atrás y probar con la puerta negra.
A pesar de haber empujado con fuerza la puerta esta no se abre por lo que decido usar la cortesía que he olvidado. Golpe la puerta ligeramente con mis nudillos.
Pasados unos segundos y sin obtener respuesta alguna y tras una primera duda vuelvo a llamar esta vez algo más fuerte.
Unos segundos después la puerta se abre despacio. Mi sorpresa no tiene descripción, casi ni te había conocido. Me abres la puerta con el pelo recogido con tus míticos palillos, los labios pintados de morado intenso, un liguero negro sin liga alguna en la que sujetarse y unos zapatos negros con poco tacón. ¿Tienes prisa?...es tu manera de darme la bienvenida. Yo aun incrédulo y paralizado ni me muevo. Tú pareces divertida y tu espíritu único parece que ha encontrado diversión en pasar la punta de tu fusta por mis mejillas, bajar por mi pecho y jugar con ella en mi entrepierna mientras con una voz casi impertinente me dices: ¿vas a pasar o piensas quedarte ahí en medio toda la tarde? Sonríes, te giras y caminas hacia el interior de la habitación.
Me espabilo para cerrar la puerta con mi mirada fija en tu culo. El aroma de antes ahora si inunda mis sentidos. Te pierdo de vista mientras mis ojos se hacen a la tenue luz de la estancia. Ahora ya sé donde esta tus medias. Una de ellas tapa ligeramente los ojos de un hombre mayor que está
sentado en una silla que me recuerda a la de mi dentista. La otra media la tienes atada alrededor de sus huevos y colgando por sus piernas. No me he dado cuenta pero mi polla ha crecido considerablemente en mis pantalones y tengo que colorarme un poco porque empiezo a sentirme incomodo. Tú sigues centrada en el susurrándole algo al oído a su espalda. Tus pechos colgando han captado toda mi atención. La sensación es indescriptible. El "espectáculo" único me sobrepasa pero a la vez me hace sentir afortunado por poder vivir algo que jamás podría siquiera haber imaginado.



Mientras juegas con tu fusta por todo su cuerpo vas recogiendo trozos de cuerda dura que tenias por la habitación. Comienzas con tu pequeño ritual mezclando las caricias, besos y mordiscos con pequeños golpes de fusta y algún que otro juego con las cuerdas. Preparas con delicadeza y firmeza cada nudo y aunque no te veo se que en la distancia "vigilas" mi figura. Yo atónito, parado en medio de la sala, observo a aquel hombre desnudo y tus movimientos en su cuerpo descentrándome de vez en cuando en tu cuerpo. Observo como te mueves, tus manos sin parar, tu culo y tus pechos moviéndose a los compas de cada uno de tus pasos. Y sin más tu voz me saca de mi estado. Acércate aquí. Es de mala educación no presentarse. Si, perdona tienes razón, acierto a decir. Usando unos nombres que ni recuerdo nos presentas. Me engancho a la conversación cuando le estás hablando de mí. Es el chico del que te hable. Forma parte de mi harén personal. Tiene un futuro prometedor pero me está costando meterlo en vereda, dices mientras sonríes. Te acercas a mí y te pones a mi espalda. Me quita el jersey y el polo que llevo lanzándolo sobre el cuerpo del
 hombre que ya tienes atado sobre la silla. Pegas tu cuerpo al mío y noto tus grandes pechos sobre mi espalda. Los pezones duros me hacen ser consciente de tu excitación. Besas mi cuello mientras tus brazos me rodean y echan mano de mi cinturón. Lo desabrochas poco a poco y lo sacas de mi cintura. Te separas de mí llevándote mi cinturón que vas a usar a modo de correa sobre el cuello de nuestro anfitrión….









MORBOSOBRETODO













--------------------------------------------------------------------

P.D.: JURO QUE NO HE HECHO NADA PARA MERECER ESTE RELATO….
TODAVIA.